lunes, 24 de marzo de 2014

Monster Academy[Trad] - Capitulo 3








Academia M





—¿Estás segura que llevas todo lo que necesitas? —preguntó tu madre por onceaba vez en el día.
—Sí, umma.
—¿Tus vitaminas?
—Sí.
—Tu documento.
—Sí.
—¿Tu teléfono? Es la única forma en la que podremos comunicarnos.
—Sí, umma, lo llevo.
—¿Tu ropa interior?
—¡UMMA! —Miraste alrededor para cerciorarte de que el doctor Jung no lo oyera. Era el médico de monstruos que te había revisado antes.
—Me aseguro de que lleves todo—respondió tu madre—. Eres muy distraída.
—Pero esa es una exageración. ¡Aishh! —respondiste, irritada.
—Aigoo, ¿por qué estás enojada? Estoy tratando de ayudarte. ¿Estás segura de que no quieres que te acompañe?
—No, está bien. Es muy lejos, de todas maneras. Estaré bien. El doctor Jung está conmigo. Además…
Si vienes conmigo, solo querré volver a casa contigo, pensaste, pero no lo dijiste en voz alta.
Era el sábado en la mañana. Hacía menos de una semana de tu accidente “monstruoso” sucediera. El temido día había llegado. Finalmente despedías a tu vida de estudiante normal. Ese día te dirigirías a tu nueva escuela, Monster Academy.
El doctor Jung fue a buscarte después del almuerzo, como lo habían acordado con tu madre antes. La escuela estaba localizada en un área montañosa a las afueras de Seúl, “para minimizar el riesgo de algún humano entrometido”, había dicho. La escuela estaba lejos de cualquier ciudad, los estudiantes debían quedarse allí y solamente un fin de semana al mes visitaban la ciudad. Para no levantar sospechas de los humanos, la escuela tenía un nombre alternativo, Academia M. Lo que se sabía acerca de la Academia M era que se trataba de una prestigiosa escuela solo para alumnos bien seleccionados que tenían un intelecto superior o venían de algunas de las más ricas familias del país. Reíste para ti, al darte cuenta de que no encajabas en ninguna de las dos categorías.
Nada que pueda usar para que HyeBin me crea.
Tuviste que contarle acerca de tu transferencia hacía algunos días. Ella rió, pensando que estabas bromeando. No pudiste seguir con el tema, realmente no tenías una buena razón para convencerla de porque te habían aceptado en esa escuela.
—¿Es esa la última? —preguntó el doctor Jung, pasando la última de tus maletas al conductor, quien la colocó en la van de la escuela.
—Sí—contestaste, caminando fuera de tu casa.
El conductor tomó a Tororo, quien llevabas en tus brazos.
—Oh, está bien. Irá conmigo—le dijiste.
Algunos de tus vecinos miraban desde la esquina, susurrando entre ellos.
—¿Quién hubiese pensado que esa niña tuviese algo? —escuchaste uno de sus comentarios. Sacudiste la cabeza, dando un suspiro.
Ahora piensan que soy alguna clase de genio.
—Umma, ya me voy—dijiste y la besaste en despedida.
—Se buena, JooRi-ah. No dudes en llamar si tienes problemas—dijo con la voz rota.
—Umma, no llores. Los vecinos están viendo. Te veré pronto—dijiste.
—Ya nos vamos, señora Song. —El doctor se reverenció.
—Cuida a mi JooRi—le dijo tu madre.
—Lo haré—sonrió.
Rodaste los ojos. —Umma, puedo cuidarme yo sola.
Estabas a punto de entrar en la van, cuando escuchaste que alguien te llamaba.
—¡JOORI-AH, espera! —Era HyeBin. Estaba corriendo mientras movía sus brasos frenéticamente en el aire.
—¡HyeBin-ah!
—Gracias a Dios que llegué—jadeó, parando frente a ti, intentando recuperar el aire. Vio la van con el logo “Academia M”—. Entonces realmente lo hiciste. ¿Cómo pudiste?
Solo te encogiste de hombros, dando una fingida sonrisa. De repente golpeó tu hombro con fuerza. —¡Ow!
—¡Tu, mala amiga! ¿Por qué nunca me dijiste que te transferirías a otra escuela? —gritó.
—Solo pasó—razonaste.
—Bueno, este es el día en que te irás y yo te perdonaré. ¡Aish! Y realmente pensé que estabas bromeando. Como sea, ¿podrás usar tu teléfono allí?
—Sí.
—Bien. Podremos seguir hablándonos. Llámame de vez en cuando, ¿está bien?
—Está bien.
—No te saltes comidas cuando estés ocupada.
—Sí, umma—bromeaste. Golpeó tu hombro otra vez.
—Y deja de ser tan torpe. No estaré ahí para ayudarte más—agregó riendo.
—Trataré—reíste también. Ambas habían estado juntas desde que usaban pañales. Tú eras la que siempre se metía en problemas, mientras que ella era la madura que siempre te ayudaba. Ir a otra escuela sería mucho más que un cambio para ti.
—¡Ugh! Y deja de ser tan apegada a eso—dijo, refiriéndose a Tororo.
—¡Ey! Déjalo en paz. Él fue mi primer amigo y lo sabes—dijiste.
—Como sea. —Rodó sus ojos.
El conductor dio dos bocinazos. La cabeza del doctor Jung apareció por una de las ventanas de la van.
—Siento interrumpirlas, chicas, pero necesitamos irnos. Por favor, rápido—sonrió.
Viste a HyeBin con la boca abierta. —¿Quién era él? —murmuró.
—El doctor de la escuela—respondiste. Lo observó con admiración otra vez—. Como sea, necesito irme. Te visitaré siempre que pueda.
—Cierto—dijo, dándole una última mirada al doctor para luego posar su atención en ti—. Buena suerte. Te cuidado.
—Gracias. Tu igual. —Le diste un largo y fuerte abrazo.
—Estarás bien a tu manera—dijo.
Le sonreíste y te metiste en la van, pero te golpeaste la cabeza con el techo.
—Una segunda consideración, espero que encuentres rápidamente a alguien que pueda cuidae de ti—bromeó. Le pusiste una mala cara y finalmente te metiste en la van.
—Adios—llamaste desde la ventada una última vez a tu madre y a HyeBin, quienes ahora estaban lado a lado, observándote ir.
—¡Ten cuidado, JooRi-ah! ¡Encuentrate un buen novio! —gritó tu madre. Te golpeaste la frente avergonzada.
—¿Entonces, pudiste prepararte bien para esto? —preguntó el doctor Jung.
—Eso creo—respondiste—. Al menos creo que no me volví loca aún. —El doctor carcajeó.
—No te preocupes. No es tan diferente a las otras escuelas. Te acostumbrarás—aseguró.
Eso espero.
—Oh, discúlpame—dijo el doctor Jung cuando su teléfono sonó—. ¿Quién?... sí, SooAe, cariño—- lo siento pero no podré ir a nuestra cita hoy. Tengo negocios importantes que atender… sí, es una nueva chica… no es necesario estar celosa. Es solo una nueva estudiante. La estoy ayudando a ser transferida a la escuela… por supuesto, tu eres la única para mi… sabes lo mucho que te amo, ¿cierto?
Ommo. ¡Puaj! Te estremeciste con disguste, no podías evitar escuchar la conversación.
—Por supuesto… te amo… te veré luego.
Se toma muchos atrevimientos para decir eso cuando alguien está escuchando. Hombre desvergonzado.
—Eh…
—Oh, discúlpame de nuevo—dijo, tomando su teléfono de nuevo— ¿Quién habla?...sí, Junu-ah. ¿Qué está haciendo mi bebé?... te extrañé mucho, bebé… no, no estoy libre hoy…
Parecía que tus ojos se saldrían de tus cuencas.
¡ES UN MUJERIEGO! ¡Tsk, tsk, tsk!
—…te veré pronto… te amo… adiós. —Cortó el teléfono y se giró para verte—. Este será nuestro pequeño secreto.
No te preocupaste en esconder tu reacción. Él rió al ver tu expresión se dio cuenta de que inconscientemente te habías movido lejos de él.
—No te preocupes, estoy interesado solo en copas D—bromeó.
¡Y PERVERTIDO! ¡NUNCA-CONFIES-EN-CHICOS-GUAPOS!
El camino era largo. La primera mitad leíste algunos de los manhwas que habías comprado. Después de dos horas, te diste cuenta que solo había una espesa arboleada y no más casas, edificios o cualquier tipo de residencia humana en toda el área.
—Casi llegamos—mencionó el doctor Jung.
Unos minutos después, el auto comenzó a disminuir la velocidad, hasta llegar a un portón de hierro de algunos metros de altura. Los muros circundantes estaban hechos con un grueso cemente y eran igualmente altos. Solo había dos guardias en la puerta. Frunciste el ceño ante la aparente pobre seguridad.
—Es solo para mantener a los humanos alejados. Hay más guardias dentro. Quizás no lo veas, pero toda el área está protegida con conjuros elficos para que los monstruos puedan entrar o salir solo con el consentimiento de la escuela—explicó el doctor Jung, como si leyera tu mente— ¿Qué esperabas?
—Bueno, esperaba treinta metros de cercas eléctricas, o algo como eso—admitiste. Carcajeó con fuerza.
—Bueno, esto sigue siendo una escuela, no una prisión, entonces debe verse como una—dijo.
La van paró en frente a la puerta. Uno de los guardias sacó alguna clase de aparato biométrico con un frasco a un lado. El frasco tenía el tamaño de una jeringa y tenía un líquido azul. El conductor colocó su dedo en el hueco encima del aparato. Viste un tinte rojo que tiñó el líquido azul del frasco. Luego te diste cuenta de que era sangre. La luz se tornó verde y el guardia se movió hacia el doctor Jung.
El doctor Jung vio la expresión de sorpresa que tenía tu rostro. —Es un rápido examen de ADN, para asegurarnos de que están en los registros de la escuela.
—¿No pueden hacer otra clase de examen?
—Algunos monstruos tienen la habilidad de copiar a otras personas. Eso significa que las huellas digitales y otras características físicas pueden ser falsas. La sangre es la mejor manera de revisar el ADN de los monstruos—explicó.
Diste una mirada mortificante ante el pensamiento de que cada vez que necesitaras entrar tendrían un poco de tu sangre.
—No te preocupes. Los elementos son automáticamente cambiados para cada persona, así es más seguro—aseguró.
Eso no es por lo que estaba preocupada, ¡idiota!
La luz del aparato se volvió verde. El guardia te miró.
—Nueva estudiante—le dijo el doctor Jung. El guardia asintió y dio a los otros una señal con sus pulgares arriba. La puerta se abrió y la van ingresó. Bajaste la ventana y sacaste la cabeza para ver mejor, pero todo lo que se distinguía eran árboles.
—La escuela está un poco más adelante—dijo sonriendo.
¡MENTIROSO!
Los arboles finalmente comenzaron a desaparecer. Después de aproximadamente cinco minutos, la escuela apareció. Tú esperabas algo más como el castillo Hogwarts de Harry Potter, pero el doctor tenía razón en lo que había dicho antes. No era diferente a otras escuelas. Se veía muy normal, quizá un poco más limpia y con más clase que tu antigua escuela. Todo a su alrededor era como cualquier escuela normal, con vayas normales y el escudo de la escuela en el centro de la puerta.
La van no entró por la puerta de la escuela, sino que giró a la izquierda. Después de dos minutos, viste otra área cercana. “Dormitorios MA” estaba escrito a un lado de la puerta. El área tenía tres edificios de alrededor de diez metros. El edificio del centro era un poco más pequeño que los otros dos. Había una hermosa fuente frente a él y también algunos bancos de madera colocados alrededor.
El conductor paró el carro frente a uno de los edificios. Finalmente apagó el motor. Te diste cuenta que era el destino final y bajaste del auto. Inmediatamente observaste el área. Y como el resto de la escuela, tenía mucha clase.
—Bienvenida a tu nuevo hogar—dijo el doctor Jung—. Ven, te llevaré a tu cuarto.
—¿Dónde están los otros estudiantes? —preguntaste, al darte cuenta que el lugar parecía desierto.
—Esta es su semana libre.
—¿Semana libre?
—De la que te hablé antes, cuando los estudiantes pueden salir de la escuela un fin de semana al mes. Solo hay unos pocos que prefieren quedarse en la escuela. Quizá conozcas algunos más tardes. Estoy seguro de que estás muy emocionada de hacer nuevos amigos.
—Eh… no en realidad.
—Bueno, los otros volverán mañana por la noche.
—Oh, está bien—suspiraste, sintiéndote un tanto aliviada. No estabas segura de querer conocer otros monstruos todavía. Cargaste a Tororo mientras el doctor Jung y el conductor llevaban el resto de tu equipaje.
—Los dormitorios se dividen en dos, Edificios Este y Oeste—explicó el doctor Jung, mientras los tres caminaban hacia el elevador—. Este es el Edificio Este, el dormitorio de chicas. Los chicos están en el Oeste. El edificio del centro es la cafetería. Tienes comida gratuita durante las tres comidas importantes del día, desayuno, almuerzo y cena. Tienes un documento de identidad que escanea la cuenta. Para los otros alimentos no mencionados, deberás pagarlos con tu propio dinero. También puedes comprar otras cosas además de comida, como cosas para la escuela o para el cuidado personal. La cafetería está en el segundo piso, donde también hay una sala de descanso para los alumnos. Mírala si tienes tiempo.
—Está bien.
—También hay una piscina y un pequeño café detrás.
—Espera, ¿hay una piscina en los dormitorios?
—Sí. Algunos monstruos necesitan sumergirse en el agua con regularidad. Desafortunadamente, tu no eres una de ellos, debes pagar si quieres usarla.
—Oh. Está bien.
—La enfermería está también detrás. Por las dudas, en caso de que me necesites—guiñó.
—¿Enfermería? ¿Quieres decir, como un hospital?
—Cerca, en realidad no hay muchos hospitales para monstruos en Corea, y no hay ninguno cerca. Es muy pequeño, en comparación a los hospitales reales. El campus tiene una pequeña clínica, pero cuidamos de los pacientes con casos severos en la enfermería.
¡Ding!
El cuarto estaba en la esquina, a cuatro puertas del elevador. Los tres pararon frente a la tuya, y ellos dejaron tus maletas.
—Muchísimas gracias, señor—te reverenciaste ante el conductor. Él te devolvió el saludo y se fue.
—Entonces, bienvenida a tu nuevo cuarto. Aquí. —El doctor Jung te entregó una llave—. Bien, el director te quiere conocer hoy. Por favor pasa por su oficina después de haber acomodado tus cosas. Está en la segunda planta del edificio administrativo.
—Está bien.
—Me encantaría darte una visita guiada, pero tengo cosas que necesito hacer en este momento, ¿estarás bien por tu cuenta?
—Sí. La forma del campus es bastante fácil. No creo perderme.
—Bien, entonces. Buena suerte.
—Gracias. —Hiciste una reverencia y él inmediatamente se fue. Volviste a ver tu nuevo cuarto. Había una placa en la puerta, justo debajo del número.
—Han JiMin—leíste—. Debe ser mi compañera… bueno, por supuesto que lo es. ¿Quién más podría ser? —te corregiste a ti misma.
Debajo del nombre había dos espacios vacíos. Ninguno tenía tu nombre en él.  Pusiste la llave en la cerradura y la destrabaste.
—Bien, nuevo cuarto, aquí voy.





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Notas de la autora
Los miembros de EXO comenzarán a aparecer en el próximo capítulo.


Notas de la traductora
Puede que el próximo capítulo lo publique hoy, como la próxima semana, tuve este fin de semana largo y estaba tan emocionada con esta traducción que simplemente durante el día fui traduciendo de a pedazos, terminando con tres capítulos, impresionante…
¡Bueno, espero que les vaya gustando!

No olviden dar “Me Gusta” a nuestra página de FaceBook (Labia) para saber cuándo actualizo. 


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