El Director
El
cuarto era realmente espacioso. Había tres camas, cada una con una pequeña
mesita con cajones. Tres guardarropas de diferentes colores perfectamente
alineados en una esquina. Había también dos puertas, una que llevaba al baño y
la otra hacia el balcón, dando una espectacular vista hacia, bueno, los
árboles. Adorabas dormir en las esquinas, pero no te gustaba la idea de dormir
al lado de una ventana en un lugar plagado de monstruos.
¿Quién sabe que podría aparecer en
el medio de la noche?
Decidiste
tomarla de todas formas, tu compañera tenía la que estaba del lado sin
ventanas. Cruzaste hacia su lado y miraste los poster de SHINee e Infinite pegados
en la pared. También había fotos con autógrafos clavados. Tu compañera tenía,
aparentemente, un gusto especial por las boy
bands. Eso no te molestaba.
Al menos hay algo aquí que me
recuerda que sigo en Corea y esto sigue siendo La Tierra.
Estabas
desempacando tus cosas, cuando recordaste que tenías que visitar al director.
Te miraste unos segundos frente al espejo, pensando que no podrías verte mejor
que en ese momento.
—¡Ugh!
Como sea—murmuraste y saliste de tu cuarto.
Te
tomó cinco minutos a pie llegar a la puerta del colegio y otros dos minutos
llegar al edificio central, porque la escuela era enorme. Inmediatamente te
dirigiste al segundo piso y buscaste algo que te indicara donde estaba la
oficina del director. Para confundirte, no había salones de clase ahí. Asumiste
que debías estar en el edificio equivocado, así que volviste al patio para darte
cuenta la cantidad de edificios alrededor tuyo. Aparentemente no había nadie a
quien pedirle indicaciones.
Yo no me pierdo de camino a la
escuela, pero me pierdo DENTRO de ella. ¡Sheesh! Debí preguntarle al doctor
Jung indicaciones.
Decidiste
ir al lugar donde tenías grandes chances de encontrar a alguien. Empujaste la
puerta de la cafetería. Te relajaste al darte cuenta que tenías razón. Viste a
un chico alto parado frente a la máquina expendedora.
—Disculpe—lo
llamaste, peo el chico pareció no escucharte, así que caminaste hacia él—.
Disculpe, está bien.
Kris
tomó una lata de Coca Cola del agujero de la máquina y posó su atención en ti. Contuviste
la respiración al ver su cara. Él probablemente era la criatura más hermosa que
jamás habías visto. Tenía un rostro pequeño con rasgos afilados asombrosamente
llamativos. Su pálida piel combinaba con sus pequeños y rosados labios, y sus
oscuras cejas. Lo que captó más tu atención fueron sus ojos fríos y fieros.
Levantó
una ceja inquisitivamente. Te diste cuenta de que estabas boquiabierta ante él,
así que rápidamente la cerraste, saliendo de tu aturdimiento y pretendiendo
aclarar tu garganta.
—Uhm,
estoy buscando el edificio de administración. ¿Podría decirme dónde está?
—Lado
oeste, segundo edificio—respondió seco y con un acento.
—Oh…está
bien. Ehm, gracias—dijiste algo inquieta. No pudiste darte cuenta si lo dijo de
mala manera o simplemente era su forma de ser, ya que no pudiste sentir ningún
sentimiento contra ti. Le diste una rápida reverencia. Él solo inclinó su
cabeza y volvió su atención a la máquina expendedora.
Rey del hielo.
Te
giraste para irte, pero tu pie se enganchó en una de las sillas. Casi caes,
pero sentiste una fuerte mano sosteniendo tu codo, justo a tiempo. Miraste
hacia Kris, que casualmente te ayudó a recuperar el equilibrio.
—Ahhh…
gracias.
Él
solo gruñó en respuesta. Su cara volvió a la máquina expendedora, comprando
otra Cola.
Y maniático de Cola.
Saliste
de la cafetería con éxito, sin volver a envolverte en otro accidente. Volviste a
ver de nuevo a Kris a través de la puerta de cristal.
—Él
es muy apuesto. Y su voz es tan agradable y profunda. Me pregunto si será un
monstruo también—murmuraste para ti—. Por supuesto que lo es. ¿Por qué más
estaría aquí? ¡Estúpida! Me pregunto si todos los monstruos deben ser tan
apuestos. El doctor Jung es muy guapo, aunque odie admitirlo. ¡Oh! ¡Lo olvidé!
También soy un monstruo. Creo que no todos reciben la bendición de ser apuesto,
sea monstruo o no.
Lo
viste dirigirse hacia la puerta e inmediatamente te alejaste antes de que te
descubriera observándolo. Llegaste al edificio indicado y subiste al segundo
piso. Fácilmente encontraste la puerta
que decía “Oficina del Director”. Tomaste una buena bocanada de aire antes de
tocar dos veces.
—Pase—una
voz masculina llamó. Entraste con cuidado y viste un hombre de edad avanzada y
rechoncho, sentado detrás de una hermoso escritorio de madera tallada. Sus pies
se cruzaban sobre él. Giraba su cuerpo de un lado al otro sobre su silla,
mientras tarareaba un alegre pero incoherente ritmo. Él solo usaba una camiseta
blanca y unos capri. No estaba usando zapatos, ni medias.
Si el director te viera serías
despedido, ajusshi.
—Uhm.
Estoy buscando al director—dijiste.
—¡Oh!
¡Ven, ven! —dijo, removiendo los pies del escritorio.
—Tengo
una cita con él. Soy Song YooRi.
—¡Por
supuesto que lo eres! —dijo con una cálida sonrisa en el rostro.
—¿Uhmm?
—Conozco
a cada estudiante en mi escuela—dijo orgulloso.
—Espera,
¡eres el director!
—Sí—sonrió
de oreja a oreja.
NO PUEDE SER.
—Mucho
gusto. —Rápidamente hiciste una reverencia.
—Ven.
Siéntate. No es necesario ser tan formal—dijo, mientras te adentrabas en el
salón. Te motivo a que te sentaras en el sofá, mientras él lo hacía en uno de
sus apoyabrazos. —. Entonces ¿Cómo encontraste la nueva escuela? —preguntó sin
tintes de formalismo. Como si estuviera teniendo una conversación con su propia
hija.
—Enorme.
Quiero decir, es mucho más grande que mi antigua escuela.
—¿Te
gusta?
—Sí,
supongo.
—¡Genial!
Oh, tengo algo… espera. ¿Dónde están las galletas? ¡Maru! ¡Trae algunas
galletas!
—Ya
voy, señor—llamó una voz desde otro cuarto, dentro de la oficina.
—Está
bien, no estoy hambrienta—dijiste.
—Pssshh—agitó
su mano—. Debes probar las galletas de Maru. Son deliciosas.
Unos
segundos después, una bandeja de galletas había sido colocada en medio de la
mesilla delante de ambos, con dos tazas de lo que parecía ser té.
—Adelante.
Come tantas como quieras—dijo. Te inclinaste y tomaste una. Las galletas tenías
la forma de tiernas caritas de osos de peluche con de chispas de chocolates en
los ojos y nariz. La miraste con lástima antes de meterla en tu boca. —¿Cómo están?
—Wow,
son deliciosas—asentiste.
—Te
lo dije—sonrió y comió una. Extrañamente, te recordó a Santa Claus.
—¡ENTONCES!
—gritó de repente, haciendo que saltaras en tu asiento—. Regresemos a los
negocios. Estoy seguro de que el doctor Jung te explicó sobre lo más importarte
de esta escuela. Pero para estar seguros, lo explicaré de nuevo. —Devoró un
puñado de galletas antes de continuar. —. Esta es una escuela exclusiva para
monstruos. Eso quiere decir que no hay estudiantes ni personal humano aquí—
dijo con indiferencia, como si fuera algo normal. —. Nuestro trabajo es
ayudarles a aprender más sobre ustedes mismos y como vivir en paz en el mundo
humano. Les enseñamos como controlar y usar sus habilidades, para que no dañen
a las personas, sino que las ayuden. Además de eso, vas a seguir teniendo las asignaturas
de las escuelas humanas normales. ¿No es divertido?
—Sí,
seguro.
—Bien,
esa es la razón por la que te llamé, simplemente porque quería darte la
bienvenida personalmente y darte algunas cosas ¡Maru! —señaló y el chico
llamado Maru tomó algunas cosas de un gabinete cercano—. Primero que nada. Necesitamos
un poco de tu sangre para nuestros estudios biométricos. No te preocupes. Es solo
un pequeño, pequeño pinchazo.
Maru
se acercó con una maquina como la que viste anteriormente con los guardias.
—Pon
tu dedo aquí, por favor—instruyó Maru. Dudaste, pero finalmente lo hiciste. Te diste
cuenta de que no podías huir de todas maneras. Esperabas algo malo, pero no fue
más que un dolor mínimo. —Listo—dijo Maru y se alejó con el aparato. Examinaste
tu dedo, esperando encontrarte con un poco de sangre, pero sorprendentemente no
había nada allí.
—Ahora.
En la caja hay algunas cosas que necesitaras: tu documento para la escuela, tu
guía del estudiante, tus uniformes—dijo entregándote la caja—. Como le habíamos
instruido, tu madre nos envió tus medidas hace algunos días, así que el
uniforme tendría que irte bien. Por favor, no olvides leer tu manual, es muy
importante que lo hagas. Las normas y reglamentos están allí como toda la información
importante de la escuela y como funciona todo aquí. También hay un mapa de la
escuela y los dormitorios en las últimas páginas.
—Ah,
sí. Muchas gracias—dijiste.
—Si
tienes preguntas que no se respondan en la guía, puedes preguntarle a tus
compañeros, tus profesores, o a mí. ¡Oh! Y ven aquí el lunes antes de tus
clases para darte tus horarios. Bien, eso es todo. ¡Buena suerte!
—Muchísimas
gracias. Me iré ahora—dijiste inclinándote.
—¡Diviértete!
—dijo.
Maru
abrió la puerta para ti, y te inclinaste en forma de agradecimiento.
—¡Maru!
Tráeme más galletas—escuchaste al director decir antes de que la puerta se
cerrara detrás de ti.
Bien, ese es un director extraño. Bueno,
no espero nada que sea realmente normal aquí.
—————
El
director masticaba pensativamente una galleta mientras revisaba tu credencial. Tenía
una gran sonrisa, colocó la última pieza de galleta en su boca.
—Este
año escolar va a ser realmente interesante, ¿no lo crees, Maru?
—Sí,
señor—respondió Maru, sirviendo otra copa de té para el director. Este la tomó
y se volvió hacia la ventana, mirándote caminar por el patio del colegio hacia
la salida.
—Buena
suerte, Song JooRi. Haz lo mejor—susurró y terminó su té—. Maru, sírveme otra taza.
———
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Notas de la traductora
Bueno, he aquí con otro capitulo. Wiiiiiiiii aparece Kris :D En el próximo va a haber más, y van a amar a cada uno de sus personajes, son tan... ellos, jajajaja
Estos primeros capítulos son algo lentos, creo que recién en el séptimo u octavo empieza a haber más acción, es para que vayan acostumbrándose.
No sé cuando suba el próximo, quizás el... sábado a la noche, soy una dama ocupada u.u
Muchas gracias por leer, si les gusta comenten o algo... Sigannos en Labia para enterarse de las actualizaciones.
Saludos!!
Notas de la traductora
Bueno, he aquí con otro capitulo. Wiiiiiiiii aparece Kris :D En el próximo va a haber más, y van a amar a cada uno de sus personajes, son tan... ellos, jajajaja
Estos primeros capítulos son algo lentos, creo que recién en el séptimo u octavo empieza a haber más acción, es para que vayan acostumbrándose.
No sé cuando suba el próximo, quizás el... sábado a la noche, soy una dama ocupada u.u
Muchas gracias por leer, si les gusta comenten o algo... Sigannos en Labia para enterarse de las actualizaciones.
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