domingo, 22 de febrero de 2015

Monster Academy[Trans] - Capitulo 32

Este capitulo lo tradujo mi dongsaeng, TKForTheMusic. Muchas gracias!

Interrogatorio

Respiraste temblorosamente mientras te parabas afueras de la oficina del director. Tus rodillas temblaban y tus palmas estaban empapadas de sudor. Volviste a suspirar nerviosa, antes de golpear la puerta. Sin embargo, la puerta se abrió antes de que pudieras hacerlo.
Song JooRi, por favor entra. —Maru, recordaste, te saludó y te invitó a entrar. Parecía que ya sabía que estabas afuera.
Cierto. Los instintos de los monstruos.
El cuarto estaba sorprendentemente vacío, pero Maru te dirigió hacia otra puerta dentro de la oficina. Golpeó dos veces la puerta antes de abrirla, revelando lo que parecía ser un cuarto de conferencias. Te asomaste ansiosamente, y antes de siquiera dudar, entraste. Cerca de una docena de cabezas voltearon hacia ti, mientras seguías de pie allí, sin estar muy segura de qué debías hacer.
Ah, Song JooRi sshi. Bienvenida —el director te saludó. Estaba sentado en la punta de una larga y rectangular mesa, y te indicó con la mano que te sentaras en el asiento opuesto al suyo. Escaneaste los rostros de las otras personas que estaban allí. La primera persona era SuHo, quien te estaba dando una reconfortante sonrisa. También estaba el entrenador YunHo, tu profesor de historia, el señor Bae, y la mayoría de los profesores de la facultad de E.F, rostros que reconociste pero que no conocías en persona. También había un par de personas a las que sólo habías visto ese día.
Hola. —Te reverenciaste, tu voz sonaba extrañamente baja. Procediste a sentarte donde el director te había indicado, y lo hiciste incómodamente.
¿Cómo estás? —preguntó el director. Había sido un largo tiempo sin verlo y hoy raramente podías reconocerlo. Se veía muy decente con su traje gris, comparado con la demacrada apariencia que tenía en tu previo encuentro con él. Claro que debía haberse vestido apropiadamente para esa reunión, pensaste, y de alguna forma eso te hizo sentir nerviosa, preguntándote si su personalidad cambiaba junto a su imagen. Era un pensamiento confortante que el director no fuese como los demás profesores que siempre lucían intimidantes y críticos. Hoy, sin embargo, lucía bastante serio, y por primera vez lo viste de verdad como el director del colegio. Aunque lucía genuinamente preocupado cuando te preguntó cómo estabas, lo cual tomaste como un buen signo.
Estoy… bien, supongo —respondiste.
¿Y qué le pasó a tu nariz? —uno de los profesores preguntó.
Me… Me golpeé en el partido de E.F. de ayer —respondiste incómoda.
¿Cómo está?
Me duele, pero no está rota —contestaste.
¡Ja! ¡Eso no es nada comparado con lo que le pasó a mi hijo!
Tus ojos repararon en una mujer de edad media que estaba sentada entre los profesores. Vestía ropas lujosas, y su cuello, al igual que sus muñecas, dedos y orejas, estaban adornadas con joyas que parecían costosas. Tenía las manos cerradas en puños mientras su boca apretada en una fina línea temblaba. El hombre a su lado puso una mano en su hombro para reconfortarla.
Por cierto, Song JooRi, estos son el señor y la señora Lee, los padres de Lee HeeJun sshi —presentó el director.
Tus ojos se ampliaron y de alguna forma entraste en pánico mientras te reverenciabas y dabas un apagado “hola”. La señora Lee gruñó un irritado “hmf” y ni siquiera se molestó en esconder su disgusto. Silenciosamente esperaste que no se dirigiese directamente a ti, y te animaste a ti misma con el pensamiento de que estaba molesta por lo que le había pasado a su hijo. El señor Lee, por otra parte, respondió con un corto asentimiento, pero su rostro tampoco estaba muy conforme. Parecía que ya habían ido a ver a su hijo. Y por cómo lucían, estaban muy enojados.
Bueno, ¿quién no lo estaría? Su hijo fue golpeado casi hasta la muerte. “Enfurecidos” es un mejor término para describirlos ahora mismo.
Song JooRi sshi, dinos lo que pasó en el partido de ayer —te ordenó el señor Bae.
De acuerdo. Uh, tuvimos un campeonato de interclase de tenis. Los equipos eran decididos por sorteo, así que a mi compañero y a mí nos tocó el equipo de Lee HeeJun como oponente —empezaste.
Tu compañero era Park Chanyeol, ¿verdad?
Sí —respondiste. Por el rabillo del ojo, viste que la señora Lee murmuraba hacia ti ante la mención del nombre de Chanyeol.
¿Y entonces qué pasó después?
El partido iba bastante normal al principio, pero la cosa entre Chanyeol y HeeJun comenzó a acalorarse.
Lee HeeJun sshi dijo que Park Chanyeol intentaba deliberadamente golpearlo con la bola cada vez que la devolvía. ¿Es verdad?
Yo… —Bajaste la voz y dudaste entre decirles la verdad o no. Sabías que Chanyeol ciertamente había golpeado a HeeJun cuando regresaba los lanzamientos. Pero sabías que decirles la verdad ponía a Chanyeol en una muy mala posición. Además, había una razón por la cual Chanyeol había actuado así—. Sí —finalmente murmuraste.
¿Sí? —verificó un miembro de la junta.
¡Ja! ¡Esos pequeños odiosos bribones! —La señora Lee echaba humos.
Por favor cálmese, señora Lee —dijo el director. Su esposo la tomó de su espalda para que volviera a sentarse. Ella se desplomó y te envió dagas con los ojos.
¿Sí? Entonces Park Chanyeol sshi intentó golpear a Lee HeeJun devolviendo las bolas, ¿eso es verdad? —otro profesor preguntó.
Sí. Pero Chanyeol sólo lo hizo porque estaba muy enojado con Lee HeeJun en ese momento —inmediatamente explicaste.
¿Estaba enojado? ¿Por qué? ¿Habían peleado antes del partido? —dijo otro profesor.
No, pero estaba enojado porque Lee HeeJun me había estado acosando…
¡No tiene sentido! —escupió la señora Lee.
Es verdad, señora Lee. Su hijo viene acosándome hace tiempo —insististe.
¡¿Y por qué mi hijo haría algo así?!
Señora Lee, por favor, déjele terminar —dijo el director.
Song JooRi sshi, si Lee HeeJun te ha estado acosando, ¿por qué no lo reportaste? Podrías haberlo hecho en nuestra oficina y nosotros podríamos haber ayudado con ese inconveniente —dijo SuHo.
Obviamente porque ella miente —dijo la señora Lee.
No. No lo hice porque no quería causar más problemas. Si lo reportaba a él y a sus amigos, temía que sólo los enojara más y el único resultado fuese más acoso. Y esperaba que eventualmente se cansaran de mí, si yo decidía ignorarlos —les dijiste.
Entonces si es verdad que mi hijo ha estado acosándote, ¿qué motivo tenía él para hacerlo? —Fue el señor Lee quien preguntó. Él parecía más calmado que su esposa, aunque su tranquilidad no ocultaba su disgusto y desconformidad.
Empezó en mis primeras clases de monstruos. Fue en el período de Esencialidades de Monstruos, y todos estaban practicando transformaciones de nivel uno y nivel 2. Lee HeeJun accidentalmente se transformó en un nivel 3. Yo aún no estaba acostumbrada a ver monstruos, así que estaba sorprendida y un poco asustada, por lo que tuve que huir al baño. Cuando la clase terminó, él me confrontó. Estaba enojado porque creía que me había asqueado por su estado de monstruo…
¿Qué? ¿Tú piensas que nuestra raza es asquerosa?
No, señora Lee. Bueno, sí, al principio…
¡¿QUÉ?! Vaya, en serio, esta pequeña…
Pero sólo estaba en shock. Era mi primera vez viendo en su forma completa de monstruo. Crecí sin saber que los monstruos existían, y viéndolo a él me asusté. Pero no lo hice para insultarlo ni nada —explicaste.
¿Entonces qué te hizo? Dijiste que estaba enojado —otro profesor preguntó.
Me empujó, y me dijo que la Clase D no tenía derecho para subestimarlo. Me amenazó con que podía romperme en pedazos si quería, pero LuHan nos vio y le dijo que me dejara en paz.
¿LuHan? Él también es un miembro del equipo de fútbol, ¿verdad?
Sí.
Bien, continúa.
Después del accidente, estuvo molestándome. Pero sólo me molestaba y me llamaba con nombres, así que decidí ignorar todo. Pero este lunes, no me estaba sintiendo bien cuando él y sus amigos me molestaron, así que perdí mi temperamento y les respondí. Él se enojó. Con sus amigos me arrastraron a la parte trasera del colegio…
Ah, ¿en serio? ¿Dónde? —el entrenador YunHo preguntó, sorprendido.
Al viejo depósito que está en la parte trasera del edificio principal —respondiste.
¿Qué hicieron? —preguntó, con la preocupación escrita en todo su rostro.
Lee HeeJun me estaba empujando contra la pared mientras sus amigos nos rodeaban. Me dijo algo, pero yo estaba demasiado asustada como para prestar atención, y me estaba asfixiando…
¡Mentiras! —la señora Lee silbó—. ¡Los violentos son tus amigos! ¡¿No viste lo que le pasó a mi hijo?! ¡No reviertas la historia!
No miento, señora Lee. Sé que debe ser difícil de creer, pero es verdad. El equipo de fútbol lo supieron, y por eso se enojaron con él —les dijiste y miraste a todos los que estaban en la habitación. —Esa es la razón por la cual Chanyeol estaba enojado en ese momento. Y cuando fui golpeada por Lee HeeJun y empezaron a pelear, eso debe haber desencadenado más enojo. Sé que lo que ellos hicieron puede haber sido demasiado, pero no es verdad que son violentos. Sólo estaban tratando de vengarse y de protegerme.
Tus ojos se encontraron con los de SuHo, y él te estaba dando una confortante sonrisa.
¡No puedo creer que esté escuchando esto! ¡Ella obviamente tiene todo armado! ¡Mi HeeJun no es así!
Le estoy diciendo la verdad. Incluso tengo un moretón de cuando me arrastró —le dijiste y mostraste tu moretón.
¿Dices que Lee HeeJun te hizo eso? —dijo el señor Bae con recelo.
Sí.
Esto, Song JooRi, es tu historial médico del doctor del colegio. Conseguimos copias de todos los que estuvieron envueltos para determinar tus heridas —dijo, y empezó a leer una de las hojas—. Nombre de la paciente, Song JooRi. Laceración externa en el puente de la nariz. Cartílago lastimado de la nariz, resultado de un sangrado interno excesivo, pero el hueso no está roto. También tiene un gran moretón en la muñeca derecha de la paciente, pero ya tiene varios días. La paciente dice que se la hizo cuando su mano fue atrapada por la puerta. Ya se le han previsto medicamentos apropiados y se le avisó que descansara por el resto de la semana —terminó y te miró desdeñosamente.
Todos te miraron interrogantes, excepto quizás SuHo, mientras esperaban tu explicación.
¡Jaja! ¿Ven? Les dije que la niña miente. Ella se inventó todas esas historias —dijo la señora Lee dándote una mirada burlona.
No —dijiste—. Yo… Yo sólo le dije eso al doctor Jung porque no quería tener otro problema. Lo que pasó en el partido ya era un desastre. Temía que si le decía la verdad, sólo haría que el inconveniente empeorara —explicaste.
¡Mentiras! ¡Todas mentiras! —bufó la señora Lee.
Estoy diciendo la verdad. Incluso pueden preguntárselo a LuHan. Estuvo en los dos momentos que Lee HeeJun me maltrataba —imploraste.
¿Ese tal LuHan de nuevo? ¿No es un poco sospechoso que esa persona siempre esté cuando mi hijo está supuestamente acosándote? ¿Y él no es también del equipo de fútbol? ¡Todos nosotros sabemos que sólo te estás inventando eso para ayudar a tus amigos buenos para nada! ¡Debería haber anticipado que nada bueno podría venir de la indigna Clase D!
Señora Lee, por favor, no la juzgue por su Clase. Las Clases de Monstruos no definen el tipo de persona —le dijo SuHo.
¡Los de la Clase D son todos iguales, y ella lo probó! Y tú, los profesores me dijeron que también eres del club de fútbol —dijo maliciosamente—. ¿Por qué? ¡Ustedes son unos niños que planean todo para culpar a mi hijo!
Sí, soy parte del equipo de fútbol, señora Lee. Pero estoy aquí como Representante del Consejo Estudiantil, y debido a eso, le aseguro que vengo aquí sin favoritismos —dijo SuHo. Aunque lo dijo calmadamente, su mandíbula se crispaba en agitación.
¡Ridículo! ¿Por qué estamos perdiendo tiempo aquí? ¿Por qué estamos siquiera escuchándola? ¡Ya tenemos suficientes pruebas para saber que ella es sólo una mentirosilla! —dijo la señora Lee, resistiéndose a oír.
Señora Lee, por favor, cálmese primero. Pero sabes, Song JooRi sshi, ella tiene razón. ¿Cómo se supone que te creamos cuando tus declaraciones e historial médico son diferentes? —un miembro de la junta preguntó.
Lamento haberle mentido al doctor Jung, y me arrepiento. Si hubiese sabido que esto pasaría, le habría dicho la verdad, independientemente del problema en el que me metería —dijiste.
Vaya, de verdad —la señora Lee se mofó.
Pero deben creerme. Les digo la verdad —continuaste e ignoraste a la señora Lee.
¡Ya! ¿Cuándo dejarás de mentir? ¡Esta niña insolente! ¡Nunca creeré nada de lo que tengas que decir! Ya está claro que no dices más que mentiras. ¿Así es como tu madre te educó? Bueno, ¿qué me esperaba? Debes haberlo aprendido de ella.
¡Mi madre no tiene nada que ver con esto! —gritaste y te paraste de tu asiento. Tus manos estaban cerradas en piños mientras la mirabas incrédulamente. Todos estaban sorprendidos por tu repentino estallo y te miraban con los ojos abiertos—. Sí, pude haber mentido en el historial médico, ¡pero sólo fue para evitar que su hijo y yo dejáramos de meternos en problemas! Créame o no, no me interesa, ¡pero no meta a mi madre en esto! ¡No la juzgue sólo porque tienes un problema conmigo, usted no tiene idea de todo lo que ella tuvo que pasar por mí!
¿Qué? ¡¿Has perdido tu mente?! ¿Cómo te atreves a hablarles así a tus superiores…?
No sé qué problemas tiene usted y los demás con los monstruos de mi Clase —continuaste interrumpiéndola—. Pero déjeme que le diga esto. Mi madre me crió apropiadamente, ¡al menos más de lo que usted ha hecho con su maleducado hijo que se piensa que cualquier persona más débil que él es inútil!
¡¿QUÉ?! —bramó y también se puso de pie.
¡Suficiente! —dijo el director—. Song JooRi, usted también señora Lee, por favor tomen asiento.
No te moviste y sólo seguiste mirándola con enojo, y ella hacía lo mismo.
Sentiste cómo las lágrimas comenzaban a formarse en sus ojos, y te mordiste los labios para evitar llorar.
¡¿Cómo se atreve a hablar así de mi madre?!
Song JooRi sshi, señora Lee, por favor —dijo de nuevo el director.
¡Ja! ¡Ya tengo suficiente de esto! ¡La condición de mi hijo es la evidencia de que aquellos chicos malvados son los que están mal! —gritó la señora Lee y se precipitó hacia la puerta. Se detuvo justo en frente y se volteó hacia ti—. ¡Tú! ¡Recuerda esto! Me aseguraré de que pagues por lo que tú y tus amigos le hicieron a mi hijo. ¡Y te arrepentirás por hablarme como hiciste hoy! —Se fue y ni siquiera se molestó en cerrar la puerta. Tú continuaste mirando a su dirección.
Iré y hablaré con ella. Por favor, excúsenme. —El señor Lee se reverenció y se puso de pie. Te dio una fría mirada que no pudiste entender, antes de irse con su esposa.
Déjeme hablar con ellos, director —un miembro de la junta se reverenció y siguió a los demás.
Diste un fuerte suspiro mientras intentabas resguardar tus emociones. Nunca antes te habías sentido tan enojada, parecía que tu corazón estaba a punto de explotar.
Song JooRi sshi —el director te llamó la atención. Lo miraste y tomaste tu asiento. En el momento en que lo hiciste, te diste cuenta de que temblabas.
SuHo te lanzó una mirada preocupada. Apartaste la vista y te enfocaste en cualquier cosa excepto los rostros de la gente a tu alrededor que te miraban con diferentes expresiones.
Supongo que terminamos aquí. Gracias por venir, Song JooRi sshi. Puedes regresar a tu dormitorio ahora —te dijo el director.
De acuerdo —dijiste e hiciste una leve reverencia antes de salir.
Tus rodillas seguían temblando y te preguntaste si lograrías salir de la oficina sin colapsar. Afortunadamente lo lograste, y te asombró ver a LuHan, D.O., Chen y SeHun esperándote en el vestíbulo.
¿JooRi ah, ¿cómo estuvo? —preguntó SeHun, pero inmediatamente se quedó en silencio cuando vio tu rostro.
JooRi, ¿estás bien? —preguntó Chen.
E estoy…
Hyung, ¿cómo estuvo? — preguntó D.O..
Bastante intenso —respondió SuHo.
Vimos a una mujer pisoteando fuerte hace un momento. ¿Era la madre de HeeJun? —preguntó Chen.
Sí —contestó.
¿Qué pasó? —preguntó LuHan.
Es una larga historia —respondió SuHo—. ¿No tienen clases?
Estamos en estudiando solos porque el profesor Bae está aquí —contestó LuHan.
Me escapé de clases —dijo SeHun.
¿Qué? —exclamó SuHo.
Vi a los hyungs por la ventana viniendo hacia aquí. Quería venir también para ver qué pasaba.
JooRi, regresa al dormitorio y descansa. Lo necesitas —te dijo SuHo y palmeó tu hombro.
De acuerdo —respondiste.
Oh, mejórate pronto JooRi. Ya te veremos.
Sí, ya nos veremos —respondiste a medias mientras te alejabas lentamente.
¡Ya! ¡Desperdicio! —alguien gritó cuando saliste del edificio. Había chicas de la Clase Luna que ahora caminaban hacia ti. Te limitaste a mirarlas pero no te molestaste en responder.
¡Perra! —una de ellas gritó empujándote—. ¿Cómo te atreves a meter a Kai y a Chanyeol en problemas? ¿Huh? —gritó volviendo a empujarte.
¡Asqueroso pedazo de basura! —gritó chica, y también te empujó. Esta vez, perdiste tu balance y te caíste al piso. No estabas de buen humor y querías pelear, pero tu cuerpo se sentía tan cansado que no eras capaz de hacer nada.
¿Qué hacen? —Oíste a alguien decir y levantaste la mirada para ver a Tao acercándose a tu grupo. Parecía venir de la cafetería, ya que tenía una lata de coca y un sandwich en la mano.
Tao sshi —una de las chicas murmuró. Tao nunca hablaba con nadie excepto con Kris, y a ellas les sorprendía que les hablase.
¿Qué están haciendo? —les volvió a preguntar y se paró entre ustedes.
Sólo le estábamos enseñando una lección—una de ellas respondió dudosamente.
No deberían hacer eso —dijo.
Pero Tao sshi, esta chica ha estado causando muchos problemas. Y por favor, no te preocupes por ella. Es de la Clase D —respondió.
Eso no les da el derecho para hacer esto. Váyanse —les dijo. La frialdad de su voz hizo que se fueran sin titubear. Tomó todas sus cosas en una mano mientras que te ayudaba con la otra.
Gracias —murmuraste mientras la tomabas y lentamente te levantaste.
¿Estás bien? —preguntó.
Sí —respondiste, pero salió como un susurro. Antes de que lo supieras, las lágrimas ya habían empezado a caer. Inmediatamente las limpiaste.
JooRi sshi —murmuró Tao con dificultad.
Lo siento. Por favor, no te preocupes por mí —le dijiste y seguiste intentando limpiar las lágrimas que llevabas aguantando hace rato.
Te miró inquieto, luciendo un poco perdido. —¿Quieres ir a un lugar tranquilo donde nadie pueda verte? —preguntó finalmente. Lo miraste por un momento y finalmente asentiste en el medio del llanto.
Bien —dijo, y empezó a caminar. Silenciosamente lo seguiste. Los dos alcanzaron el sendero y la cancha, y entraron a uno de los edificios de allí. Él encendió las luces, revelando lo que parecía ser un lugar de prácticas de peleas. Supusiste que debían ser las sedes del Club de Artes Marciales por los guantes, sacos de boxeos y otros equipamientos de entrenamiento.
Te sentaste en una esquina y lloraste más abiertamente ahora. Deberías haber estado avergonzada porque Tao estaba allí, pero ahora mismo no importaba. Tu pecho se sentía muy apretado por tantas emociones, y sólo querías liberarlas todas.
Finalmente, te sentiste mejor después de un momento, y fue allí que recordaste la presencia de Tao en la habitación contigo. Había estado tan inmóvil durante todo el tiempo que casi habías olvidado que estaba allí.
Lamento causarte problemas, Taos sshi —le dijiste.
No, está bien —dijo.
¡Omo! ¿No tienes clases? —exclamaste, recordando que todavía era horario de clases.
No te preocupes. Estamos auto estudiando porque nuestro profesor tuvo una reunión —te dijo con su acento extraño.
Oh —murmuraste y recordaste que él estaba en la misma clase que LuHan, D.O., y Chen.
¿Te sientes mejor ahora? —preguntó.
Sí, gracias.
Tu nariz está muy hinchada.
Sí. Mis amigos me dijeron que parezco una cebolla. —Te reíste—. Pero no está rota.
Eso es bueno, me enojé cuando ese chico te golpeó. Podría decir que lo hizo intencionalmente. Las mujeres son muy preciosas y vulnerables. Los hombres no deberían golpearlas. Deberían ser cuidadosos y respetarlas.
Gracias —le dijiste.
Antes, cuando vi tus zapatos en la basura, vi lo que los demás escribieron en ese papel —confesó. Lo miraste sorprendida—. ¿Eran esas chicas de antes quienes lo hicieron?
Honestamente, no lo sé —respondiste—. Hay demasiada gente de aquí que me odia, así que realmente no puedo decir quién lo hizo —le dijiste e intentaste reírte.
¿Por eso llorabas? —preguntó inocentemente.
Oh, no. —Reíste—. No estaba llorando por eso. Es sólo que… Algunas personas son muy crueles. Fácilmente juzgan a los demás sin siquiera conocerlos. En el mundo humano, la gente juzga por términos de dinero. Si eres pobre, eres inferior e inútil. Si eres rico, eres especial e importante. Incluso en el mundo de monstruos es así. No, es mucho peor, porque no eres juzgado por lo que tienes, sino por lo que eres. Y no sólo te juzgan a ti, también lo hacen a quienes te rodean. Es sólo… —Apretaste los dientes cuando otra lágrima amenazaba en caer.
Ten—dijo Tao mientras te tendía algo. Lo miraste y viste que eran guantes de boxeo. Lo miraste inquietamente—.Te ayudará a sentir mejor —dijo.
Titubeaste pero decidiste tomarlos de todas formas. Te los pusiste mientras Tao te ayudaba a ajustarlos en tus manos. Luego tomó dos almohadillas de boxeo a las que ató en sus manos y las sujetó frente a ti.
Golpea —dijo.
B-bueno —dijiste dudosamente y lanzaste un suave golpe.
Golpea más fuerte. Es demasiado débil —dijo.
Volviste a golpear pero no fue mejor que el anterior.
Piensa en ellos, en esas personas de las que hablaste. Esas personas que te juzgaron a ti y a los que son importantes en tu vida —te dijo.
Tu rostro se arrugó, y lanzaste otro puñetazo. Fue más poderoso esta vez, pero seguía siendo un poco débil porque te preocupaba golpearlo a él accidentalmente.
Más fuerte —dijo.
Diste otro golpe. Esta vez, no te contuviste.
Más fuerte.
Golpeaste de nuevo con ambos puños. Tao atrapó a ambos fácilmente.
Más —instó.
¡Ha! —gritaste mientras lanzabas otra tanda de puñetazos.
Más fuerte —dijo en voz más alta.
¡Ha! ¡HA! ¡HA! ¡HA! —gritaste lanzando otros golpes. No te detuviste y continuaste golpeando como una loca con todo lo que tenías, todo el momento pensando en Lee HeeJun, su madre, la Abeja Reina y todos los que se habían metido contigo.
Por otro lado, Tao dejó de hablar y sólo te dejó golpear tanto como quisieras.
¡HAAA! —exclamaste mientras golpeabas por última vez. Respiraste pesadamente y dejaste tus nudillos apoyados en la almohadilla. Después de un momento finalmente te paraste derecha. Gotas de sudor se deslizaban desde tu frente hasta tu cuello. Miraste a Tao.
Buen trabajo. —Sonrió.
Gracias, Tao sshi. —Le devolviste la sonrisa, sintiéndote verdaderamente mejor.
Las horas escolares terminaron y Tao tuvo que regresar para buscar su mochila en su salón de clases, mientras que tú necesitabas regresar a los dormitorios. Tao se ofreció para acompañarte hasta las puertas del colegio para asegurarse de que nadie se atreviese a molestarte de nuevo.
Cuando pasabas por el edificio de Administraciones, sin embargo, viste a SuHo y a los demás reunidos juntos. Todos lucían serios y parecían estar discutiendo algo importante. Le dijiste a Tao que te ibas a unir a ellos y le agradeciste por ayudarte hoy.
Chicos —les llamaste mientras te acercabas a ellos.
¡JooRi! —dijo SeHun sorprendido—. Pensé que ya habías regresado al dormitorio.
No, fui a otro lugar antes. Estaba regresando cuando los vi aquí. ¿Qué discuten?
JooRi —dijo SuHo luciendo realmente serio, lo cual te hizo sentir nerviosa.
¿Qué? —preguntaste cuando él no continuó.
La reunión terminó hace un rato. La junta finalmente ha tomado una decisión —dijo. Tragaste saliva mientras sentías que tus latidos se aceleraban.
¿Y? —cuestionaste.

Van a expulsar a Kai y a Chanyeol. 


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