Un Miércoles No Muy Normal
—¡Whew! —Respiraste profundamente mientras tú y JiMin tomaban sus
asientos en la cafetería.
—¡Hahaha! Eres realmente divertida —JiMin se rió de ti.
—Simplemente estoy nerviosa. Nunca he estado en una clase de monstruos
después de todo —le dijiste.
—Bueno, no puedo decir que es igual de normal que las clases de humanos,
pero tampoco es tan diferente. Sólo relájate. No necesitas estar tan nerviosa.
Sólo es un día anormal —te dijo JiMin.
—¡Haha! Eso es a lo que llamo miércoles.
—En realidad, eso encaja bien. —Reíste—. Pero realmente, no puedo quitar
mi nerviosismo. Odio cuando no sé qué esperar.
—Bueno, Monstruología es más sobre lectura. En Monstruos Esenciales, el
profesor puede pedirle a los estudiantes intentar cosas, pero depende
totalmente de la lección. Mientras que para tu Clase Especial, no tengo idea
exacta de cuál será, pero las lecciones se especificarán en tu categoría de
monstruo —te informó.
—¿Qué es una categoría de monstruos de nuevo?
—Es más como una clasificación colectiva de monstruos. Por ejemplo, tú
perteneces a la categoría de los Felinos ya que tienes características de gato. O esos que pueden usar
fuego, agua, viento y etcétera, pertenecen a la categoría de los Elementales.
—Entonces, ¿eres una Elemental?
—No. Podré ser un monstruo pero no puedo controlar agua. Sólo mental.
—Rió de su propia broma—. De todas formas, mi Clase Especial es con piscinas y
otras criaturas de mar. Tú, por otra parte, estarás con otros felinos. También
podrías estar con caninos. Unen a los felinos y caninos en una Clase Especial
ya que ustedes tienen un montón de características similares.
—Caninos, ¿quieres decir como perros?
—Sí. Monstruos con características de perro como lobos y ortros.
—¿Lobos? ¿Hombres lobos reales? ¿Y qué son los ortros?
—Un ortro es un perro de dos cabezas. Los ves en un montón de libros de
mitología humana. Y sí, hombres lobos, pero no como los que ves en películas
que se vuelven locos durante luna llena y se transforman en criaturas mitad
humano, mitad lobos. Ya sabes, no te estreses a ti misma con esas cosas. Las
aprenderás con el tiempo. Sólo relájate, ¿bien?
—Incluso si dices eso, sigue siendo mi primera clase de monstruos
—dijiste ansiosamente.
—Simplemente disfrútala. Podrás encontrarla divertida ya que es algo
nuevo para ti —JiMin te alentó.
—Sólo una última pregunta, ¿conseguiré ver los monstruos de los
estudiantes?
—Tal vez. Las clases de los monstruos son en realidad algunos de los
pocos casos en que podemos quitar nuestros limitadores durante. Depende del
profesor —respondió.
Oh, Dios. Sólo espero no desmayarme.
Ambas terminaron sus desayunos rápidamente y se dirigieron hacia sus salones.
—¡Te veo más tarde! ¡Buena suerte en tu primer día anormal! —te dijo
JiMin entrando a su salón de clase.
Continuaste caminado a lo largo del vestíbulo ya que el tuyo estaba un
poco más lejos que el de ella.
—Hey, ¿no es ella de la clase D? —Oíste a una estudiante susurrar cuando
pasabas.
—¿Así que es verdad? ¿Ella es realmente clase D? —Su compañero le
susurró.
—Wow, no sabía que era así de famosa —murmuraste a ti misma,
sarcásticamente. Intentaste ignorarlos y también a las curiosas miradas que
estabas recibiendo de otros estudiantes.
Los rumores se difunden rápido.
Incluso cuando llegaste a tu salón de clase, tus compañeros estaban
dándote extrañas miradas y algunos se susurraban entre ellos. Tomaste una
profunda respiración y continuaste hacia tu escritorio.
—Buenos días, JooRi —SeHun te saludó animadamente.
—¿Qué onda, JooRi? —ChanYeol también te saludó. —La detención no estuvo
tan mal, ¿no?
Miraste a cada uno de ellos por un buen rato.
—¿JooRi? —preguntó SeHun.
—¡Ya! ¡Song JooRi! —dijo ChanYeol chasqueando continuamente sus
dedos frente a ti.
—Oh, lo siento —dijiste.
—¿Estás bien? —preguntó SeHun.
—Sí. —Sonreíste. —Sólo estaba pensando en algo.
—¿En qué? —preguntó ChanYeol.
—Algo agradable —respondiste dándoles una sonrisa agradecida.
Sus tratos hacia mí no han cambiado incluso cuando saben que soy clase
D.
—Gracias —dijiste mirándolos a los dos.
—¿Por qué? —preguntó ChanYeol confundido.
Tú sólo te encogiste de hombros en respuesta, tomando tu asiento.
—Ya, ¿gracias por qué? —preguntó de nuevo, pero tu profesor de
Monstruología ya había llegado, resultó ser el señor Shim, tu profesor de lenguaje.
Le dio una desdeñosa mirada a ChanYeol (todavía no había superado la detención
de ayer), sacudió su cabeza y colocó sus cosas sobre el escritorio.
—Song JooRi, ven aquí un momento por favor.
Fuiste hacia él, preguntándote qué quería.
—Entiendo que vienes de una escuela para humanos. Pero todavía necesito
una referencia de tus calificaciones por el plazo de tiempo que no
estuviste aquí —te dijo.
—Oh, está bien profesor. Lo entiendo. ¿Qué tengo que hacer?
—Podrías solicitar una clase particular del colegio para ponerte al día.
Sin embargo, tienes que pagar una matrícula por ello, y podría ser un poco caro
para ti ya que serás la única inscripta. Así que pensé en una alternativa para
ti. Las lecciones no son tan difíciles comparadas con las otras materias de
monstruos debido a que sólo es un estudio general sobre las diferentes clases
de monstruos. Creo que puedes estudiarlo por ti misma. Ya estamos en la lección
veintidós. Así que lo que quiero que hagas es que estudies de la lección uno a
la veintiuno, luego haz un informe de comprensión sobre lo que has aprendido en
cada lección. Necesitas presentar el informe antes de que termine este
plazo. Consideré que esto es mejor que tener que pagar por clases particulares
y hacer todos los exámenes previos a esta clase. ¿Suena razonable para ti? ¿O
prefieres ir a las clases particulares?
—Haré el informe, profesor. Muchas gracias —respondiste agradecida. No
sabías cómo se suponía que haría tu madre para pagar las clases particulares.
—Todo bien entonces. Puedes acercarte a mí si hay cosas que no entiendes
con las lecciones. Por favor regresa a tu asiento ahora. Empezaré la clase.
—¿Te metiste en problemas? —te preguntó ChanYeol cuando regresaste a tu
asiento.
—No, no soy como tú —bromeaste. Él te mostró un ceño fruncido, pero tú
sólo le sacaste la lengua.
Moviste tu asiento para unirlo al de Kris. Él empujó su libro cerca de
ti, como siempre hacía. Robaste un vistazo hacia él y como era usual, estaba
usando una impasible, casi aburrida expresión, mirando a nada en particular.
—Bien, lección veintidós, es sobre lobos. Estos son monstruos cuyo
Nivel Tres los hacen lucir como un animal lobo, pero más grandes y delgados.
Los lobos de sangre pura son a menudo, cuatro veces el tamaño de un lobo animal
adulto. —El señor Shim empezó la clase.
Tus ojos se ampliaron con asombro mientras intentabas imaginar a un lobo
más grande que un oso.
—Son conocidos por su increíble velocidad. Son unos de los más rápidos
monstruos. Se cree que tienen los sentidos más agudos y los mejores
rastreadores del mundo. Su sentido de olfato es muy notable ya que con éste
pueden rastrear olores a kilómetros de distancia, y pueden recoger olores
dejados días antes —continuó tu profesor.
—Whoa —murmuraste. Kris volteó a verte con su usual indescriptible
expresión. Le diste una incómoda sonrisa y anotaste mentalmente guardar tus
reacciones para ti misma.
—Los lobos vivían en manadas. Moverse en grupos ayudaba a cazar mejor e
incrementaba sus oportunidades de sobrevivencia durante la antigüedad. Pero
incluso ahora, en el mundo moderno, los lobos siguen agrupándose juntos en
manadas, aunque es más por su estabilidad social, ya que cazar se ha convertido
en únicamente una actividad tradicional en vez de supervivencia. Una moderna
manada de lobos, puede ser pequeña con treinta miembros, o puede alcanzar los
mil, dependiendo de qué tan poderosa sea. Las manadas son dirigidas por un alfa
hombre, seguido por su compañera, la alfa mujer. Los alfas son los más fuertes
entre la manada —continuó tu profesor—. Los lobos Grises son las especies más
comunes, y los más grande en número, seguidos por los lobos Blancos y los lobos
Marrones. También están aquellos que ya se han extinguido o son pocos en
números; los lobos Negros, los lobos Honshu que sólo pueden encontrarse en
Japón, y los más raros, pero que se rumorea que son la más poderosa especie,
los antiguos lobos Dire. Todos los lobos decían haber venido de un único
ancestro, el primer Dire llamado One Dire, pero esta es sólo una teoría y todavía
no está probada. Aunque son pocos, los lobos Dire son bien respetados y dicen
ser muy influyentes entre las mandas de lobos. A diferencia de las otras
manadas, la manada Dire usualmente se reserva a sí mismos y tienen muy
limitados tratos con los asuntos humanos, o incluso con las demás razas de
monstruos.
—Whoa, nunca pensé que cosas así existían —murmuraste una vez más para
ti misma, aunque esta vez no fue más fuerte que un susurro. No podías evitar
sacudir tu cabeza con asombro ante la nueva información que estabas
aprendiendo.
——————————
Kris volvió sus ojos hacia ti. Estabas sacudiendo tu cabeza y murmurando
cosas incoherentes para ti misma. Eras divertida, lucías asombrada con casi
cada pequeña cosa que tu profesor estaba diciendo.
Mestiza con educación humana, especuló Kris, mientras recordaba
también tu respuesta a él sobre tu tipo de sangre.
—Mitos versus hechos. Los lobos son débiles contra la plata, eso es un
mito. La plata no les hace nada a ellos. Sin embargo, dagas de plata bañadas en
la sangre de One Dire y cubierta con un poderoso hechizo élfico, se dice que
han sido utilizadas para cazar lobos durante la Gran Guerra entre lobos y elfos
en el pasado. Eran instrumentos muy poderosos. Se creía que sólo un rasguño de
esas dagas era suficiente para matar a un lobo en menos de veinticuatro horas,
como un veneno. Sin embargo, había un rumor de que todas las dagas habían sido
destruidas al final de la guerra, cuando se hizo el tratado de paz entre elfos
y lobos. Así, ninguna de esas dagas existe ahora. Más tarde, los humanos
creyeron que los lobos eran monstruos que se transformaban en criaturas
sanguinarias mitad humano, mitad lobo. —Explicó tu profesor, y te miró
deliberadamente. Asentiste provisionalmente hacia él. —Y que se perdían a sí mismos
siempre que se transformaban, sin recordar quiénes eran o las personas cercanos
a ellos, y como resultado atacando a cualquiera que cruzara sus caminos por
comida. Esto es por supuesto, un mito. Se cree que el malentendido sobre la
apariencia de mitad hombre y mitad humano, ocurrió cuando un humano vio a un
lobo en su Nivel Dos. Pero como he expliqué hace un rato, su forma verdadera es
la de un lobo, sólo que más grande y delgado. Y aunque sus instintos animales
son más nítidos y fuertes cuando están en su forma monstruosa, no afecta a su
cordura, memoria o cualquier otra cosa. Así que en poco tiempo recuerdan
quiénes son y son conscientes de lo que están haciendo. Y los lobos pueden
transformarse siempre que sea.
—Oh —murmuraste de nuevo en tu asiento. Kris te miró interesado mientras
mirabas alrededor, a todo el mundo con grandes ojos. Él determinó que debías
estar preguntándote cuál entre todos tus compañeros era lobo. Eras muy fácil de
leer (al menos para él); tus acciones y expresiones lo decían todo.
Song JooRi. Categoría: felino. Clase: desconocida. Tipo: sangre mixta,
probablemente un octavo o menos. Clase D, Kris repasaba la información que
tenía sobre ti en su mente. Decidió no molestarte durante su encuentro en la
cafetería cuando cortaste tu dedo, aunque tu aceptación en la escuela incluso a
pesar de que eras menos de un cuarto era un poco inquietante. Pero los rumores
sobre tú siendo clase D, hacía que tu entrada en el colegio fuese más entraña y
suspicaz, haciendo que él pensara de otra manera. Necesitaba saber por qué
habías sido aceptada en el colegio, y asegurarse de que no fueses una amenaza
en su misión. Él había intentado averiguar todo lo pudiese sobre ti, pero la
información sobre ti era escasa.
Repentinamente giraste tu cabeza hacia su dirección. Ambos lucieron
sorprendidos y avergonzados de que él te estuviese mirando de nuevo. Le diste
otra incómoda sonrisa y moviste tu cabeza hacia el otro lado.
—Song JooRi, te dije que te quedaras con tus reacciones para ti. Luces
estúpida, ¡estúpida! —te susurraste a ti misma (aunque él seguía pudiendo
escucharte claramente), y secretamente golpeaste tu cabeza con tus nudillos (lo
cual él también podía ver).
¿Quién eres, Song JooRi?
—————————
El siguiente período fue Educación Física, la única materia normal en
tus clases del miércoles. Todo el mundo fue hacia la pista y el campo, mientras
que tú fuiste primero hacia tu casillero para conseguir tu uniforme de EF.
Estabas a punto de cerrar la puerta de tu casillero cuando notaste un pedazo de
papel plegado, acostado encima de tus libros. Lo tomaste con asombro ya que
definitivamente no te pertenecía.
¡Necesito tu ayuda! Por favor, ve al depósito
detrás del edificio principal antes de que empiece la clase de EF.
Por favor, eres la única que puedes ayudarme.
Estaba escrito con letra ordenada y no tenía ningún nombre o cualquier
otra cosa que te diese una pista sobre quién lo escribió.
Esto probablemente es sólo broma, pensaste, pero de todas formas la
guardaste en tu bolsillo. Inmediatamente te dirigiste hacia la pista y el
campo, derecho al vestidor de chicas. Guardaste tus cosas en tu casillero
asignado. Estabas a punto de empezar a cambiarte pero te detuviste y sacaste la
nota de nuevo para leerla una vez más. De alguna manera, no podías sacar el
persistente sentimiento de tu cabeza. Miraste el reloj. Todavía tenías diez
minutos antes de que empezase tu clase de EF.
Ni siquiera sé quién escribió esto. Pero, ¿y si alguien realmente
necesita mi ayuda? Pero entonces, ¿quién necesitaría ayuda de alguien como yo?
¡Ugh! Sólo iré y miraré rápidamente, finalmente decidiste y empezaste a
dirigirte hacia la parte trasera del edificio principal. El lugar estaba
desierto, no sólo porque eran horas de clases, sino porque nadie molestaba
allí, excepto quizá el personal de limpieza escolar que tomaban y dejaban cosas
en el depósito de vez en cuando. Buscaste por la señal de alguien, pero no
había ni un alma allí. Te acercaste al depósito cuando notaste una nota
infiltrada entre el diminuto espacio de la puerta y el marco de la puerta.
¿Podemos hablar en un lugar más seguro? Lo
siento, pero esto es muy importante. Te estaré esperando dentro del depósito.
Miraste ansiosamente el depósito. Parecía que no se utilizaba con mucha frecuencia y lucía oscuro por dentro ya que no había luces brillando a través del pequeño espacio entre el piso y la puerta.
¡De ninguna manera entraré allí!
Frunciste el ceño y empezaste a irte. Sin embargo te detuviste a la
mitad del camino y miraste de nuevo a la puerta.
¡Arrrgghh! ¡¿Por qué soy tan amable?!
Regresaste frente al depósito otra vez. Vacilaste, pero decidiste abrir
la puerta. La pequeña corriente de luz solar reveló unas pocas pilas de madera,
trapos, algunas escobas, latas de pintura y otras cosas, pero la mayoría del
cuarto estaba cubierta por la oscuridad.
—¿Hola? —llamaste ansiosamente, pero no hubo respuesta—. ¿Hola? ¿Hay
alguien allí? —volviste a llamar. Entrecerraste los ojos para ver dentro del
cuarto oscuro, cuando repentinamente sentiste una fuerte fuerza sobre tu
espalda, empujándote hacia dentro. Perdiste tu balance y te estrellaste más o
menos en la parte superior de las latas de pintura.
¡BAM!
La puerta repentinamente se cerró con una explosión, envolviendo al
cuarto en una total oscuridad.
Click.
Ampliaste los ojos en shock. Gateaste hacia la puerta y sentiste
ciegamente el pomo de la puerta. La giraste un par de veces, pero no se abría.
Estaba bloqueada.
—¡Ya! —gritaste golpeando la puerta—. ¡¿Hay alguien allí?!
Oíste unas risitas afuera.
—¡Ya! ¡Déjenme salir! —gritaste.
—¿Qué debemos hacer? ¡Perteneces allí, con los trapos, perra! —respondió
una voz femenina.
—Disfruta tu tiempo —dijo otra voz femenina. Se rieron una vez más y
oíste que se alejaron.
—¡Ya! ¡YA! —gritaste aporreando la puerta repetidamente.
—Ella es tan estúpida. No puedo creer que en realidad haya caído en eso.
—Oíste sus voces haciéndose más débiles hasta que quedó en un total silencio
afuera, excepto por los pájaros que ocasionalmente piaban. Trataste de girar el
pomo de nuevo un par de veces más pero la puerta no se abrió.
—¡Maldición! —Pateaste la puerta pero terminaste lastimándote el pie—.
¡Ow! ¡Mierda!
Gritaste y golpeaste la puerta de nuevo, esperando que alguien notase
que estabas ahí dentro. Lo estuviste haciendo por diez minutos, pero nadie
parecía oírte todavía. Te desplomaste sobre el piso con frustración, y
descansaste tu espalda contra la puerta del frío metal. No podías ver ni una
cosa ya que la habitación estaba completamente negra.
—¡Song JooRi, tú idiota! —te regañaste a ti misma abrazando tus rodillas
contra tu pecho. Te quedaste allí sentada por un rato pensando sin descanso
sobre qué hacer, cuando oíste una serie de movimientos dentro de la habitación.
Te congelaste en tu lugar e intentaste ver a través de la oscuridad. Hubo otra
cadena de sonidos y tus ojos se ampliaron aterrorizados. Tu corazón latía
frenéticamente dentro de tu pecho mientras pensabas en las muchas posibles
criaturas que podrían estar encerradas en aquél cuarto oscuro contigo.
¡Oh Dios! ¿Qué podrá ser? ¿Sabe esa cosa que estoy aquí? ¿Come humanos…
no, siete octavos de humano?
Trataste de permanecer en silencio tanto como podías, sin molestarte en
respirar.
—¿Por qué tengo que beber esto aquí? —Oíste una voz masculina afuera, lo
que hizo a tus oídos animarse.
—Porque a los otros no les gusta —dijo otra voz masculina.
—¡Ayuda! ¡Ayúdenme! —gritaste con pánico golpeando la puerta con tus
puños.
—¿Escuchaste eso?
—¡Estoy encerrada dentro del depósito! ¡No puedo salir! ¡Ayúdenme por
favor!
Los escuchaste caminar hacia el depósito. El pomo de la puerta tembló un
par de veces cuando los de afuera intentaron abrirla.
—Está bloqueada —murmuró uno de ellos.
Oíste otra serie de movimientos dentro del cuarto, que ahora sonaban más
cerca de ti.
—¡Rápido! Alguien está aquí conmigo. ¡Me comerán! —gritaste en pánico.
—¡¿QUÉ?! —Los dos afuera, quienes sea que fueran, exclamaron al mismo
tiempo.
—¡Rápido! —volviste a gritar, ahora cerca de la histeria.
—Espera —dijeron las voces afuera. Sentiste el pomo de la puerta temblar
de nuevo y la puerta se abrió de repente, dislocándose del marco de puerta.
Tropezaste saliendo afuera y te encontraste en los brazos de un sorprendido
Chen, al lado de un D.O. igual.
—¿JooRi? —exclamó Chen sorprendido.
—¡Chen! ¡D.O! —exclamaste también sorprendida. D.O sólo continuó
mirándote en shock, con la puerta de metal en su mano izquierda. —¡Gracias a
Dios ustedes están aquí! ¡Había algo allí!
D.O. arrojó la puerta, como si esta fuese una delgada lámina de poliestireno.
Se asomó cautelosamente dentro del cuarto y dio un paso.
—Ten cuidado —le dijiste mientras su figura desaparecía dentro del
cuarto oscuro. Esperaste ansiosamente con Chen y él reapareció de nuevo en unos
pocos segundos. Estaba agarrando una enorme rata de la cola.
—¿Te comerían? —preguntó con una expresión aburrida, pero en tono
burlón.
Miraste estupefacta a la rata con tu colgada boca abierta.
—No sabía que las ratas comían humanos ahora —rió Chen.
—E-estaba oscuro adentro. No podía ver nada, pensé… quiero decir, ¿quién
sabe qué podría haber allí conmigo en esa clase de lugar? —dijiste
defensivamente. D.O. arrojó la rata y limpió su mano con su pantalón de EF.
Luego se puso el limitador de nuevo.
—¿Qué estabas haciendo allí de todas formas? —preguntó Chen.
—Algunas estudiantes me encerraron —explicaste.
—¡¿Qué?!
Les mostraste las notas que tenías. —Alguien me empujó y me encerró allí
—les dijiste.
—¿Viste quiénes eran? —preguntó D.O.
—No —respondiste.
—No sabía que estabas siendo intimidada —dijo Chen.
—No estoy siendo intimidada. Bueno, no sé —les dijiste.
—Fuiste afortunada de que estuviésemos aquí. Usualmente nadie viene. Podrías
haber estado atrapada por quién sabe cuánto tiempo. ¿Y no tienes clases de EF?
—preguntó Chen cuando vio que aún usabas el uniforme.
—¡Oh mierda! —murmuraste y los miraste en el momento—. ¡Voy a llegar
tarde!
—Te acompañaremos para ayudarte a explicar las cosas a tu profesor
—ofreció D.O., lo cual te sorprendió. D.O. no te había dado la impresión de ser
alguien quien ayudarse a los demás.
—¿En serio? ¿Pero no tienen ustedes también clases de EF? —preguntaste.
A pesar de que estuviesen en clases diferentes, todos en tu año compartían el
mismo horario de EF cada miércoles.
—No te preocupes por nosotros. Nuestro profesor es genial —te dijo Chen.
—Bien. Gracias entonces. Pero tengo que cambiarme primero. ¿Pueden
esperar?
—Está bien. D.O todavía tiene que desayunar —te dijo mientras volteaba
hacia D.O—. Aquí.
Él estaba sujetando una cosa parecida a plástico para D.O. Estaba lleno
con algo rojo y lucía muy familiar para ti. D.O estaba a punto de tomarlo pero
se detuvo mirando su mano izquierda, la cual había usado anteriormente para
sostener a la rata. —Necesito lavar mis manos primero.
—¿E-eso es… sangre? —No pudiste evitar preguntar.
—¡Sí! —respondió Chen—. No es muy difícil
adivinar qué clase de monstruo es él, ¿no?
Tu boca se abrió mientras mirabas a D.O.
—Vamos —dijo D.O, ignorando tu reacción.
—E-está bien —y empezaste a caminar después de ellos. No podías evitar
mirar a D.O. de vez en cuando.
No es de extrañar que él haya rasgado tan fácilmente la puerta con una
sola mano, pensaste, recordando lo que Kai te había dicho
sobre que los vampiros eran fuertes. ¡Maldición! Él luce tan pequeño y
normal, ¡quién pensaría que es así de fuerte!
Lograste
llegar al vestuario para las chicas, que estaba vacío en ese momento.
—Bueno,
me iré a cambiar mientras D.O. come… quiero decir, bebe su uhmm… desayuno—les
dijiste y te metiste. De alguna manera estabas muy aliviada de no haberte
cambiado de ropa aún, no estabas segura de sí te fascinaría la idea de mirar
como bebían sangre. A propósito, prolongaste tu estadía en el vestuario, hasta
que finalmente decidiste salir.
—Te
tomaste tu tiempo—comentó Chen. Solo diste una torpe carcajada y te sentiste
realmente relajada al no ver ningún paquete de sangre vacío en ningún sitio.
Los
dos te acompañaron hasta tu clase en las pistas, como prometieron. Tu profesor
indagó sobre el porqué llegaste tan tarde, pero Chen y D.O. te ayudaron a
explicarle lo que había sucedido. Ellos se fueron justo después hacia su propia
clase, no muy lejos de la tuya.
Tu
clase estaba haciendo tenis sobre césped. Tu profesor te dijo que encontraras
algún compañero, aunque el resto ya lo había hecho.
—Llegaste
tarde, compañera—dijo Kai, parándose frente a ti, con su raqueta sobre su
hombro, viéndose incluso mejor que el jugador de tenis número uno.
—No
eres mi compañero. —Rodaste los ojos.
—Temo
que no tienes opción. Ya todos tienen compañeros—él sonrió.
Le
diste una mirada amenazante y viste a ChanYeol y SeHun cerca. Caminaste hacia
ellos y tomaste el brazo de SeHun.
—SeHun,
sé mi compañero—le dijiste.
—Pero
él es el mío—protestó ChanYeol.
—Ve
con Kai, entonces—le dijiste y arrastraste a SeHun hacia un lado antes de que
pudiese hacer alguna objeción.
Hoy
se suponía que debían practicar con juegos y prepararse para la clasificación
de la próxima semana. SeHun te estaba enseñando como regresar las pelotas en un
muro, mientras observabas a los otros estudiantes, quienes estaban teniendo sus
prácticas en las canchas.
—¡Ow!
—murmuraste, al sentir la pelota golpearte por tercera vez.
—No
le pegues tan fuerte a la pelota, solo estás jugando con la pared. Controla la
fuerza que aplicas en tus golpes—te instruyó SeHun.
Suspiraste
con frustración. Nunca te gustaron los deportes, así como a los deportes nunca
les gustaste. Siempre habías sido demasiado torpe como para ser buena en algo
físico.
—¡JooRi,
eres tan torpe! —rió ChanYeol.
—¡Cállate!
—Frunciste el entrecejo hacia él.
—Si
sigues así, les ganaremos muy fácil en el juego—les dijo ChanYeol, a ti y a
SeHun.
—No
puedes estar seguro de eso—SeHun sonrió con autosuficiencia.
—¿Por
qué no vamos a averiguarlo? —Sonrió Kai, de vuelta.
Los
cuatro se dirigieron hacia la cancha más cercana para jugar un partido de
práctica. Kai y ChanYeol tenían el primer servicio.
—Lo
haré fácil para ti—dijo Kai.
—Como
sea—contestaste.
El
juego comenzó. SeHun no tenía problemas en devolver la bolla. Por otro lado,
tú…
—¡Oops!
—murmuraste, al lanzar tu raqueta hacia la red.
—¡Se
supone que debes hacer que la pelota vaya por encima de la red, no tu raqueta! —gritó
tu profesor desde el otro lado de las canchas.
—Lo
sé—te quejaste en silencio y te giraste hacia SeHun—. Lo siento.
—Está
bien. Solo intenta no lastimarte—contestó SeHun.
—¡Buajajajaja!
—se rió ChanYeol de ti—. ¡JooRi, realmente apestas en esto…! ¡Qué…!
SeHun
había sacado antes de que ChanYeol estuviese listo, golpeándolo con la pelota
en la cara.
—¡YA!
¡No estaba listo! —gritó ChanYeol.
SeHun
solo se encogió de hombros e hicieron un choque de manos.
—Te
arrepentirás—gruñó ChanYeol, ubicándose en su posición.
SeHun
sacó nuevamente. ChanYeol la alcanzó e hizo un poderoso revés. No llegaste a
ver la bola ir hacia y golpearte el hombro derecho, haciéndote soltar la
raqueta. Caíste en el suelo y tomaste el lugar que dolía.
—¿JooRi,
estás bien? —SeHun rápidamente se colocó a tu lado, al igual que Kai y
ChanYeol.
—Estoy
bien, estoy bien. —Moviste tus manos e intentaste levantarte con cuidado.
—¡Hyung,
sé más cuidadoso! —regañó SeHun a ChanYeol.
—Realmente
lo siento, JooRi—dijo ChanYeol preocupado.
—Está
bien. Estoy bien—les dijiste.
—Déjame
ver tu hombro—dijo Kai, mientras se acercaba a ti y estaba a punto de tirar del
cuello de la remera.
—¡Ya!
—Le miraste amenazadoramente y apretaste la tela alrededor de tu cuello.
—Iba
a revisar que no estuvieses herida—te dijo.
—Dije
que estoy bien—Le fulminaste con la mirada.
¡PERVERTIDO!
—Bien.
—Él se encogió de hombros, rindiéndose.
—Los
cinco minutos han terminado. ¡Próxima pareja! —dijo tu profesor, dando por
terminado tu juego.
—Al
parecer hemos ganado. Lo siento, Maknae—dijo Kai y palmeó la espalda de SeHun.
—Eso
es solo porque JooRi necesita más práctica—espetó. Nunca pensaste que un hombre
de su tamaño pudiera hacer un puchero como un bebé, pero lo encontraste
adorable.
—Lo
siento, SeHun—dijiste.
—Está
bien. Ganaremos la próxima vez—te dijo.
Los
cuatro se dirigieron a los bancos y se encontraron con Chen, D.O. y LuHan
sentados allí.
—¡LuHan
hyung! —exclamó SeHun.
—Sí,
bueno el verte también—dijo sarcásticamente Chen.
—Hola Chen hyung, D.O. hyung—saludó SeHun.
—Como
sea, TheHun—contestó Chen, burlándose del ceceo de SeHun.
—Chen
hyung es siempre tan ruin. —SeHun frunció el ceño.
—Como
si no estuvieses acostumbrado aún—dijo ChanYeol.
—¿Por
qué están aquí? —preguntó Kai y se sentó junto a D.O.
—No
es nuestro turno—dio Chen, indicando las canchas en las que su clase estaba
teniendo también partidos de tenis. JiMin estaba actualmente jugando—. Hemos
decidido observar su partido—continuó Chen.
—¿Lo
hicieron? —preguntaste.
—Sí,
apestas—te dijo LuHan.
Le
diste una mirada amenazante y decidiste solo ignorar su comentario—. ¿Está bien
para ustedes estar vagando lejos de su clase?
—Oh,
está bien. Su profesor no es tan estricto. Y es nuestro entrenador de fútbol—guiñó
ChanYeol.
—Además,
hay más sombra aquí—dijo Chen. Le diste una mirada interrogante—. D.O. odia el
calor—explicó.
—¿Entonces
es verdad que ustedes arden al sol?
—No,
esos son algunos mitos estúpidos—dijo D.O.
—Oh,
¿entonces brillas?
—¿¡Qué!?
—preguntó.
—Ya
sabes, tu piel. ¿No brilla como diamantes cuando la luz del sol la toca?
—¿¡Por
qué mierda iba yo a brillar!?
—Shine bright like a diamond—cantó Chen y
rió junto a los otros—. D.O. brillando. ¡Hombre, eso es tan gay!
—¡Yo
no brillo! —les gritó D.O.
—Jejeje.
Solo lo vi en una película antes—explicaste.
—Aunque
no arda al sol, estar bajo él por mucho tiempo anula mi energía. Los humanos
deberían dejar de hacer películas estúpidas sobre monstruos—refunfuñó D.O.
—The twinkle,
twinkle. Sumgyeodo twinkle eojjoeona—cantó Kai a D.O.
—Twinkle, twinkle eojeonna—rapeaba SeHun
de fondo.
—Paren—dijo
D.O., mirándolos letalmente.
—Es
solo una broma, KyunSoo hyung—dijo Kai.
—Tu
temperamento es malo como siempre—le dijo LuHan.
—Eso
es porque estoy rodeado de gente estúpida—contestó D.O.
—Ya.
Eso es duro. ¿Cómo puedes llamar a una chica estúpida? —exclamó ChanYeol.
—No
quise decir ella. ¡Quise decir tu, tu, tu, tu, tu! ¡Todos ustedes! —dijo D.O. y
señaló a cada uno de ellos.
—Eso
es ruin. —SeHun hizo un mohín.
—No
empieces con la actuación de Maknae. —D.O. rodó sus ojos. SeHun sacó su lengua
hacia él de todas maneras.
Tus
dos horas de E.F. finalmente terminaron. El vestuario estaba repleto de
personas. Aunque había diez duchas, la fila seguía siendo realmente larga, así
que decidiste esperar con la multitud. Fuiste hacia tu locker para chequear los
mensajes nuevos en tu teléfono. Como siempre, no había ninguno. HyeBin
probablemente estaba ocupada, estaban en mitad de los exámenes en tu vieja
escuela. Tu madre, por otro lado, nunca aprendió realmente como enviar un
mensaje y solo te llamaba siempre que llegaba a casa temprano del mercado.
Soltaste un suspiro. Las extrañabas.
—¡JooRi
ah! —te llamó JiMin.
—JiMin
ah—la saludaste de regreso.
—Te
busqué antes de que EF comenzara. ¿Dónde estabas?
—Yo…
me encerré un algún sitio—le contaste.
—¿Qué?
—preguntó confundida.
—Algunas
chicas me encerraron en la despensa detrás del edificio central.
—¿¡Estás
siendo intimidada!?
—Bueno,
no fue para tanto como para decir que estoy siendo intimidada. Pienso que a
esas chicas no les gusto así que me encerraron—reíste.
—¿¡Quiénes
son!? ¡Dime y las haré pedazos! —vociferó JiMin, haciendo que la atención de
todas se dirigiera a ustedes.
—Sssssh—la
acallaste—. No vi sus caras. Solo olvídate de eso y no lo hagas un gran
problema. No tienen valor de todas maneras. Seré más cuidadosa la próxima vez.
JiMin
seguía viéndose enfadada, pero finalmente asintió—. Bien. Pero si algo como
esto sucede otra vez, dime, ¿está bien? Te juro que patearé sus feos traseros.
—Gracias,
JiMin ah. —Reíste, pero te sentías muy agradecida.
Las
estudiantes finalmente comenzaron a salir y tú y JiMin pudieron usar su turno
en la ducha. Te habías cambiado con uniforme cuando te diste cuenta de que tus
zapatos de la escuela no estaban en tu locker.
—¿Qué
estás buscando? —preguntó JiMin, al darse cuenta que buscabas algo.
—No
encuentro mis zapatos—le dijiste.
—¿Dónde
los habías puesto? Espera, no me digas que alguien más los tomó—dijo,
oscureciendo sus ojos.
—En
realidad, olvidé dejarlos dentro del locker después de cambiarme—dijiste,
rascándote la cabeza.
—Abuela—susurró
JiMin—. Mejor haz algo con esa memoria tuya. —Ella te ayudó a buscar por el
vestuario.
—¿Sabes
qué? Mejor ve, yo seguiré buscándolos—le dijiste.
—Nah,
te ayudaré—insistió.
—No,
está bien. Me preocupa más que no tendremos una mesa en la cafetería—le
dijiste.
JiMin
comprobó su reloj de pulsera—. Está bien. Te veré allí. Avísame cualquier cosa.
—Claro—contestaste
y ella se fue.
Buscaste
tus zapatos en cada rincón y rendija de los vestuarios, pero no lograste
encontrarlos. Finalmente te rendiste y decidiste usar tus zapatillas de EF,
cuando te diste cuenta que tampoco estaban en tu locker. Ahora estabas segura
de que las habías dejado dentro de tu locker antes de meterte en la ducha.
Rascaste tu cabeza pensativamente. Miraste alrededor. La hora del almuerzo
terminaría en treinta minutos y JiMin probablemente se aburriría de esperarte.
Saliste
y decidiste simplemente pasar por la clínica para pedir prestadas algunas
pantuflas o lo que sea que el doctor Jung te diera hasta poder encontrar tus
zapatos. En el camino, viste a Tao, parado frente al bote de basura. Sostenía
algo que parecían… tus zapatos.
Tao
se dio cuenta de que estabas allí. Sus ojos se fijaron en tus pies descalzos.
—¿Son
tuyos? —preguntó.
—Sí—respondiste.
Te dio los zapatos, tanto los de la escuela como las zapatillas de EF.
—¿Por
qué estarían tu zapatos aquí dentro? —preguntó con un lindo acento.
—Estaba
preguntándome lo mismo—reíste, tomándolos.
Una
pequeña nota estaba pegada dentro de uno de tus zapatos. Lo tomaste y leíste.
Perras como tú se
merecen estar en la basura, ¡Clase Desperdicio!
Tus
cejas temblaron y Tao te miró inquisitivamente. Sonreíste, arrugando la nota y
lanzándola a la basura.
—Nunca
hubiese pensado en buscarlos en la basura. Gracias por encontrar mis zapatos. —Le
sonreíste, poniéndote los zapatos y guardando las zapatillas en la mochila—.
Así que, te veré por aquí.
Parece que realmente estoy siendo intimidada.
—————————
Tao
tomó el pedazo de papel que habías lanzado a la basura. Te había visto
encontrarla en uno de tus zapatos y como tu cara había cambiado a una expresión
nula.
Leyó
el contenido de la nota, y su rostro tembló con desprecio. Arrugó la nota en su
mano y volvió a lanzarla a la basura. Recordó la forma en que sonreías como si
nada malo sucediera. Si él estuviera en tu situación, inmediatamente atraparía
a la persona que le hizo eso y le haría algo con lo que el otro desearía nunca
haber nacido.
Que chica extraña,
pensó mientras te miraba caminar.
Notas de la Traductora
Wiii! Ya saben que D.O. es un vampiro, y uno mal llevado... jajaja
Espero que les haya gustado, y perdón por haber tardado todo el fin de semana en publicarlo, es muy posible que de ahora en más sea así ^^U
Como sea, quiero agradecer a mi hermosa sobrina por haberme ayudado a traducir la primera mitad del capitulo, sin ella no tendrían nada hoy!
Nos leemos el próximo fin de semana!
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